Desde el Balcón

Can't you feel it burn
Deep down inside?
Won't you ever learn
Don't try to hide

DAY TWO: ISOLATION. AYREON

Desde el balcón, mira a los niños jugando en el parque. Los ve correr tras una pelota roja que sigue con más ahínco los caprichos del viento que los intentos de los pequeños por hacer un golen el arco signado por dos matorrales. También ve una pareja de ancianos caminando cansinos por la vereda de enfrente, susurrándose palabras añejas al oído, sonriendo de tanto en tanto. Ve una mujer joven, hermosa y resplandeciente correr junto a un golden retriver de pelaje ondulante, lengua feliz y ojos ansiosos. Ve a un tipo que puede tener su misma edad, sentado en unabanca, muy concentrado en alguna noticia del diario que sostiene entre sus manos grandes y seguras.

Desde el balcón, ve pájaros alegres y árboles centenarios meciéndose rítmicamente, disfrutando la tibia brisa dominical. Ve dueñas de casa cargando bolsas de supermercado y policías pasando partes sin miramientos. Ve jóvenes todavía encañados volviendo a sus hogares. Ve modernos y patéticos escritores buscando inspiración para sus plumas en las estrías de los troncos y desesperanzados pintores inventando colores para sus telas rugosas. Desde el balcón, ve la vida pasar con pasos perezosos, dejando tras de si una estela breve e inútil.

Entonces, se da cuenta que la belleza de la tarde no es más que un absurdo cuento sin final feliz. Monta el rifle sobre su hombro y, a través de la mira, ve a la chica hermosa y resplandeciente correr por última vez.