viernes, 16 de marzo de 2007

Universo Paralelo


I can feel the outside feeding on my inside
Leaves a growing darkness in this place
HOLLOW MAN. MARILLION
Otro fin de semana más... Se sienten extraños sin la presencia del alcohol... A esta hora, generalmente, ya estaba tomando mi primera cerveza, para comenzar a amenizar el wikén, olvidar los problemas, sepultar las responsabilidades, aflojar la cuerda que sostiene mi pescuezo, encontrar cierta profundidad metafísica en "Pasiones" y no preguntarme porque muchas personas tienen la necesidad de hacer públicos sus dramas amorosos (bueno, un blog es casi lo mismo en algunos casos)...

Entonces, durante la tarde se sucedían otras tantas latas. Me aburría de la tele y cambiaba las imágenes por los sonidos abrumadores, épicos y celestiales de algún buen disco de progresivo, de preferncia una banda italiana, una de esas con vocalistas medio líricos y composiones complejas y barrocas... Y mientras caía la noche, las cervezas continuaban sucediéndose, así como los llamados telefónicos para saber dónde iba la pelota porque estar solo y borracho no es la mejor fórmula. Una ducha tibia, cambio de ropa, cambio de switch, tomar un colectivo o una micro, inyectarme los audífonos en las orejas para que la música sonara más fuerta y opacara los molestos ruidos de la calle siempre hambrienta de nuevas víctimas, siempre llena de miseria y máscaras rojas, de enfermedades de transmisión mental y armas de destrucción pasiva... Llegar a una casa y continuar bebiendo; hablar de todo un poco y de nada, reír con algunos chistes, vomitar a medianoche para vaciar el estanque e ingerir nuevas dosis de lo que fuera... pisco, ron, whisky, vodka... Ir de un lado de la ciudad, pensando en un millón de cosas en apenas unos segundos, maldiciendo el mareo constante, el estómago revuelto... Hacerse el galán sin resultado y maldecir a la muy puta por ser tan cartucha e intrascendente... Imaginar que bailo y ni siquiera muevo los pies del piso pegajoso de la disco... Volver a casa quizás en qué momento de la noche, derrotado, cansado, doblado en diez partes, como un origami de carne lacia... Dormir entre campanas y bocinazos imaginarios y darte cuenta que el tele, el maldito tele que ha estado prendido por no sé cuántas horas y que otra vez el sol está en lo alto de cielo y que el cuerpo te pide un trago para sentirse mejor... Para sentirte mejor...

Lo extraño tanto... Mi particular universo paralelo y alucinado... Mi escape del mundo real...
La foto es de la despedida del Pupo, mi brother, cuando partió a Nueva Zelanda a ganarse la vida cazando hobbits y vendiendo ropa maorí... Al fondo, María Eugenia, la mujer que me soportó estoicamente por más de cinco años... Debería hacerle un altar...

1 comentario:

LuC4S Fidelio dijo...

Lo que en realidad falta es tener un pequeño papelito, uno en cada bolsillo del pantalón. En uno dice me la juego, en el otro dice la dejo. Yo elijo siempre el equivocado. A lo mejor porque soy zurdo.